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sábado, 14 de abril de 2012

Viaje en tercera clase.

14 de Abril. Para muchos una fecha sin importancia, para otros el aniversario de la proclamación de la II República, y para otros el aniversario del hundimiento del RMS Titanic.
Para mí, hoy más que nunca, un recordatorio más del insultante sistema en el que vivimos inmersos y del que parece, no vamos a salir nunca hasta que ocurra una desgracia que nos haga despertar.

Hace 100 años, un enorme barco se hundía en el Atlántico haciendo aguas por todas partes, debido a la fragilidad de su casco, la negligencia de unos constructores que, por "ahorrar", escatimaron en los gastos de construcción y seguridad; por un diseño poco acertado y, por supuesto, por la inconsciencia de aquellos que tomaban decisiones desafortunadas en momentos de riesgo e incertidumbre en alta mar.

Con el tiempo y los años de investigación, nadie duda del cúmulo de errores que se fueron cometiendo hasta aquella noche del 14 de Abril de 1912, pero no obstante, todavía hoy, el eco de aquel accidente hace que pese a tantas mejoras y logros, los grandes comandantes o capitanes, caminen con pies de plomo, e intenten tomar las mejores decisiones para su tripulación, pasajeros y polizones, y algo muy importante, sin distinción de "clases", algo que por aquel entonces no ocurría.

Me resulta paradójico, no sé a vosotros y vosotras, pero puede decirse que en el mundo de la Ingeniería Naval, a base de errores pasados, lograron forjar un muy buen presente, y posiblemente con el tiempo, un todavía más que acertado futuro en cuanto a diseño, construcción y seguridad en lo que a navíos se refiere.

Aquella noche, la soberbia, la ambición, el infortunio, y la "distinción", originó que miles de personas perdieran sus vidas en las costas de Terranova, y todavía hoy, sigue presente aquel viaje en nuestras vidas para recordarnos lo que no debemos hacer.

Ahora, por un momento, traslademos este discurso al mundo de la economía, del sistema capitalista, del sistema financiero, del mundo empresarial, y sin duda alguna, al mundo de la política.

Tenemos un largo historial de crisis, conflictos bélicos, injusticias, atrocidades humanas, y realmente me pregunto, ¿qué cambió sustancialmente desde el 14 de Abril de 1912, al 14 de Abril de 2012 en lo que a economía se refiere?

Sin duda alguna, en cuanto a derechos sociales, dimos grandes pasos. Pasos muy importantes y necesarios, pero no por la existencia de permisividad en este sistema injusto, sino por la insistente lucha de aquellos que, estando oprimidos, se fueron rebelando continuamente contra este sistema inhumano.
Son logros en cuanto a derechos, igualdad, valores, educación y otras muchas cosas, pero me vuelvo a hacer la pregunta, ¿qué cambio sustancial hubo en estos cien años, a nivel económico para mejorar el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas? 
Si me lo permitís... creo que ninguno que haga que nos tengamos que felicitar, conformar y bajar la guardia.

Aquel 14 de Abril, hubo quien murió por "pertenecer" a la llamada "tercera clase". Un paria, un obrero, un trabajador o un ama de casa (condenada como siempre, y por desgracia, a estos menesteres).
El castigo de la irresponsabilidad humana, pesó muy duramente sobre las vidas de la gente pobre, de la gente trabajadora, honrada e ignorante. Esa gente que estaba condenada a ser tratada como un "inferior" simple y llanamente por su bajo poder adquisitivo, por ser pobre, o por no pertenecer a la aristocracia o alguna familia de "renombre" o alta cuna.

No nos damos cuenta, o no queremos darnos cuenta, de que cien años más tarde, el sistema, sigue siendo el mismo que el de aquel 14 de Abril de 1912. 
Si eres pobre se te dificulta el acceso a la justicia, no puedes acceder a una vivienda digna y se te niega el acceso a un crédito que te lo permita. El Sistema Laboral nos castiga cuando a las grandes fortunas y grandes empresarios les va mal. Y digo grandes, porque desgraciadamente hoy en día muchos autónomos o empresarios de Pymes, también se juegan su dignidad junto a todas y todos nosotros cada día.
Se recorta el dinero en sanidad y educación, sobre todo en educación, puesto que, cuanto más ignorantes seamos, más fácil será manipularnos, y más difícil nos resultará ver que todavía somos aquellos individuos que viajamos en "tercera clase".
Se nos echa de nuestras casas por vía de desahucio, y no contentos del todo con ello, se nos embarga nuestro mísero sueldo toda una vida, para recordarnos constantemente que tenemos una deuda con "no sabemos quién", pero que forma parte de ese sistema de oligarcas ricos.
Se nos recorta el sueldo (afortunado el que se lo congelan) mientras los altos cargos directivos de Bancos y Consejos de Administración se lo suben enormemente por el mérito de haber llegado ahí a base de exprimir y explotar a otros en su camino, y como bonificación por "haber sabido capear tan bien" esta crisis que tanto les azota su pomposo culo, y que casi los deja sin su mercedes o su coche oficial.

Los grandes barcos fueron reforzados, llevan cámaras estancas, doble casco, botes salvavidas para todos y todas, nadie es más o menos por su poder adquisitivo salvo a la hora de lujo y confort (no a la hora de un rescate), y la fortaleza del casco está hecha para el impacto de todo o casi todo lo que pueda ocasionar una fisura.
¿Os dais cuenta? El barco cambió para hacerse duro y resistente, se adaptó para afrontar las adversidades, pero también hizo que las adversidades se tuvieran que multiplicar y "adaptarse" a la estructura del barco, para poder derribarlo, y si es que lo derriban.

¿Qué pasó en la economía? NADA.

Si hay una crisis, el rico se hace más rico, el pobre se hace más pobre, y los recortes en derechos y en inversión siempre castigan al pobre, a los que una vez más viajamos en "tercera clase" sin saberlo, o sin querer reconocerlo.
El mar no podemos manipularlo por lo que no queda otro remedio que adaptarnos a él, y pese a ello, en cierto modo el también se adaptó a nosotros.
La economía es simplemente un resultado más de nuestra actividad como humanos al intercambiar y producir bienes, etc. pero pese a ello somos tan negados e inconscientes que adaptamos la política a un modelo nefasto y que potencia las desigualdades sociales. No queremos (pero sí sabemos) rediseñar un modelo económico al servicio de los ciudadanos, en vez de al servicio de las grandes oligarquías mundiales.

Cuando un "lobby" determinado estornuda, nosotros nos mojamos con sus gérmenes. Ellos sanan y nosotros padecemos una pandemia o crisis sistémica generalizada si lo preferís, pero ahí estamos, bajo su yugo.

Nos contentan con 426€, con poder votar cada cuatro años a partidos políticos con programas que luego incumplirán y, que sólo nos escuchan y prestan atención durante ese periodo llamado de precampaña y campaña electoral. Mientras tanto y hasta entonces, somos un cero a la izquierda, conformes con nuestra condición como gente de "tercera clase", que no damos problemas, y que vivimos tristemente resignados con la condición de que cuando al sistema le va mal, a nosotros nos tiene que ir peor y tragar con ello, mientras los ricos y culpables, se burlan y ríen una vez más en nuestra cara.

Nos gobiernan los ricos, los banqueros, el FMI, el BCE y los Mercados, y todos con una finalidad en común, hacerse más ricos a costa de nuestra miseria.
Para todos ellos, siempre habrá un bote salvavidas.

Yo me niego a viajar en tercera clase, ¿y tú?

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